domingo, 1 de junio de 2008

RAMÓN MATEO PAREDES PRESIDENTE DEL PASO BLANCO

Agrupación Musical Ntra. Sra. la Virgen de la Amargura
PASO BLANCO
LORCA (Murcia)
E-mail: amamargura@hotmail.com
Móvil Agrupación: 667 81 34 80



«Nunca imaginé un regalo como ver a la Virgen en procesión»
«Que haya varios candidatos no es nada novedoso en nuestra cofradía; al frente de ella estará la persona que los blancos elijan»

A pocos días de abandonar la presidencia de la cofradía más antigua de la Semana Santa de Lorca, tras siete años al frente de la misma, Ramón Mateo Paredes, médico de profesión y blanco con pasión, cree que ha llegado el momento de devolver a la familia el tiempo que la tarea de dirigir a los blancos le ha absorbido en estos años.







¿Qué herencia deja a su sucesor?

Creo que más que una herencia, lo que entregaré a quien decidan los blancos, es la inercia que se ha generado en la cofradía en los últimos 25 años y que nos hemos ido pasando los sucesivos presidentes. Es una mayor perfección en todo, mejores bordados, mejor procesión, mayor participación dentro de la cofradía... Será como un testigo que yo recibí y he intentado enriquecer.

Pero ahora el Paso Blanco se enfrenta a una disyuntiva a la hora de elegir presidente, ¿cómo lo ve?

Tengo que recordar que no es la primera vez que hay varios candidatos, aunque todavía no se han materializado esas candidaturas. Cuando Agustín Aragón optó al cargo también hubo que celebrar elecciones porque hubo un segundo candidato. En todo caso al frente del Paso estará la persona que los blancos elijan, y el cofrade que reúna los requisitos que marcan los estatutos tiene derecho a presentar su candidatura. Y como el número de mayordomos ha crecido de forma sustancial, la mayoría decidirá. Como ejemplo de lo que antes indicaba sobre mayor participación, recuerdo que cuando Agustín Aragón se hizo cargo del Paso había 400 mayordomos. A mí me lo pasó con más de 700 y ahora lo entrego con cerca de 1.300. Todos ellos tienen derecho a elegir al presidente.

Usted ha disfrutado de un año más de lo previsto, tras la modificación de los estatutos. ¿Cual fue la justificación de ese cambio?

Ya se explicó en su momento, hace un año, precisamente, pero vuelvo sobre ello. El nuevo trono de la Virgen de la Amargura estaba sin terminar y los blancos entendieron que debía estrenarlo el presidente que lo inició. Y yo aquello lo agradecí profundamente y me siento plenamente satisfecho. Poder ver el trono con la Virgen de la Amargura en procesión ha sido para mi un regalo que los blancos me han hecho. nunca imaginé que lo conseguiría. La gran satisfacción de mi paso por la presidencia ha sido esa iniciativa, codo a codo con la presidenta del Coro, María Luisa Martínez, la persona ideal para llevarla a cabo.

Si le parece hagamos un repaso de su trayectoria en la presidencia. Globalmente, ¿cómo la calificaría?

No creo que deba ser yo quien juzgue mi labor en el Paso Blanco. Si le puedo decir que me siento plenamente satisfecho porque al llegar a la presidencia lo hice con un proyecto y una ilusión. El proyecto no era otro sino la recuperación del grupo asirio babilónico, el Nabuco, que llevaba muchos fuera de la procesión y y estaba prácticamente perdido. Creía que era fundamental en el conjunto de la visión del cortejo blanco.

¿Y lo consiguió?

Casi todo. Se hicieron los nuevos Esther y Asuero y todo el grupo a pie al que sumamos después la gran carroza que representa una de las puertas de entrada a la antigua Babilonia. Pero el ritmo de las novedades hubo que adaptarlo a las prioridades de la cofradía en cuanto a los bordados. Antes hubo que terminar los mayordomos de la Virgen que estaban en el taller cuando llegué a la presidencia, y lo hice en estrecha colaboración con el Coro uso que la iniciativa era de las damas.

De esa primera etapa, ¿algún recuerdo especial?

Con muchísimo cariño recuerdo el estreno del trono en andas de la Santa Mujer Verónica, a hombros exclusivamente de mujeres, que fue la gran novedad, desde mi punto de vista, de la procesión en aquella Semana Santa. Otro hecho entrañable para mi en ese primer año fue las renovación del grupo pode los cuatro Jinetes del Apocalipsis, que lo necesitaban a ojos vista. La solución fue hacerlo todo nuevo pero conservando los medallones bordados en sedas que eran una obra de Manuel Muñoz Barberán.

Por lo que veo, poco a poco usted fue sacando adelante sus planes, pero ¿no se le ha quedado nada en proyecto?

Una cofradía como la nuestra es un saco sin fondo que continuamete necesita irse renovando en muchos de los elementos que integran la procesión. Y eso hay que hacerlo al mismo tiempo que las grandes realizaciones. El Nabuco nos llevó cuatro años de trabajo intenso y no se ha hecho la caballería. Y me hubiera ilusionado, pero existen limitaciones y prioridades. Creo que lo primero es renovar lo imprescindible sin alargar innecesariamente la procesión. El año pasado, aunque no se pudo estrenar por la lluvia, hicimos el nuevo carro, manto y grupo a pie de Salomón. El criterio fue renovarlo en su totalidad y adaptarlo al espacio físico actual de la procesión, pero manteniendo la idea original, por eso se parece tanto al primitivo.

¿Cómo está la economía del Paso Blanco?

Afortunadamente creo oque en el aspecto económico estamos viviendo una época dulce, aunque nunca se tiene todo el dinero que nos gustaría. Recuerdo otras épocas de fuertes limitaciones económicas, pero entiendo que ya quedan lejos. Es absurdo pensar que un presidente lo sea para poner dinero para la marcha de la cofradía. Las economía de nuestro Paso es mucho mejor y eso es palpable, sin que signifique que nadamos en la abundancia. En mi caso, y hace unos días se aprobaron las cuentas, dejo al Paso Blanco sin una deuda y con un superávit de unos 23.000 euros.

Entre los mayordomos que son los que eligen al presidente creo que hay bastantes mujeres. ¿Ve usted a alguna de ellas al frente del Paso Blanco?

Efectivamente, estimo que entre el 20 y el 30 por ciento de nuestros mayordomos son mujeres. Están la mayoría de las que pertenecen al Coro de la Amargura y están todas las portapasos. Estas últimas porque esa es una de las condiciones que se les exige. La presencia femenina cada día es mayor y más influyente y estoy convencido de que, antes o después, habrá una mujer al frente de nuestra cofradía.

Dentro de unos días la cofradía tendrá nuevo presidente, ¿le transmitirá alguna recomendación?.

A mi sucesor me gustaría decirle que piense siempre que el presidente está al servicio del Paso Blanco, y que es presidente de todos los blancos, por lo que tiene que poner un especial interés en lo que yo llamaría crear un ambiente adecuado para que todos nos sintamos a gusto en la cofradía.

Artículo de A. S. la Verdad.es

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